Hoy alguien me preguntaba…. “no le da miedo a Usted Almita estar en Culiacán, vivir con el temor de encontrarse en una balacera, que le toque una bala perdida, o por trabajar en un medio que esta en el oído de tanta gente?”…. Le respondí que hubo uno días, cuando esta ola de crímenes tan fuertes y sangrientos inició, cuando llegue a casa, tomé mi computadora y escribí una carta póstuma, hice un testamento rápido y comencé a llorar de miedo.
Fue hasta que la cabeza me dolió (como me pasa siempre que lloro por eso casi no lo hago) cuando me di cuenta del grado de psicosis al que había llegado y no lo podía creer… y es que siempre me había preocupado por cosas que sabía que tenían solución si me ponía a trabajar en ella, que si alguien enfermo pues llevarlo al médico, que si falta dinero pues pedir prestado si no había más, que si problemas aquí y allá pues enfrentarlos hablando con quien debía, y la muerte claro que me asustaba, pero no como esta vez.
Cuando me vi la cara y la cabeza estaba a punto de explotarme, sentí que algo se me venia de pies a cabeza y del temor vino el coraje, ese que llega cuando no hay nada que perder, ese que nos dice “pues si me va a tocar pues que me toque pero no me voy a detener por miedo”, y así fue, desde ese momento decidí que la violencia que se vive en mi Estado no me detendría…. Que no es posible que por la ambición y sed de venganza de unos cuantos (porque somos más la gente de Sinaloa que actuamos y pensamos diferente) yo detendría mi paso y viviría confinada a 4 paredes de por vida.
Desde ese momento decidí ver la vida a plenitud, disfrutando de cada momento que se me presentaba, todos.
Hoy fueron dos las personas que llamaron para confirmar el nombre de dos personas, una fallecida y una herida… en días anteriores fueron más… conocidos, familiares, que se yo, pero al escuchar su llanto, sentí como si a mi me hubieran arrebatado un pedazo de vida… y de nuevo la intranquilidad se me vino encima, pero ya no como antes, ya no esa intranquilidad que nos detiene y nos vuelve estatuas que no piensan, que no sienten, que no pueden actuar.
Me sentí lista para comenzar a actuar de manera sensata, porque sé que no soy súper héroe para salir y combatir el crimen de la misma forma que ellos lo hacen matando gente…. Lo mío no es por ahí, que al final ahí están las autoridades que ya están por fin “reconociendo” que la situación se les está saliendo de las manos y que lo que están haciendo no sirve para nada, lo que los lleva a plantear nuevas estrategias
Lo que pretendo hacer no saldrá en desplegados o encabezados de periódicos, radio y televisión, igual y nadie lo note y no importa…. Crear conciencia sobre que la vida no debe detenerse deberá ser un trabajo sutil y sin imposiciones.
Porque sé que somos más los que deseamos que esto termine, más los que anhelamos la paz, los que queremos un cambio de conciencia y de ritmo de vida, y simplemente no puedo dejar que las personas con las que me encuentre sientan que la vida así no tiene sentido, porque lo sigue teniendo igual o más que antes.
Activarnos y no decaernos, animarnos y no martirizarnos, vivir y no morirnos en vida, eso es lo que debemos hacer… es la parte que nos toca.
Si alguien le quiere entrar, no tiene que invertir dinero, solo tiempo y esfuerzo, si alguien le quiere entrar, solo debe transmitirle sed de vida a quien teme… si alguien le quiere entrar debe asegurarse de que lo que realmente quiere es vivir, aunque las balas nos pasen por los costados…. Que es fácil?, nada es fácil en estos tiempos, pero cada quien debe elegir si quedarse con los brazos cruzados o encerrado en su casa o luchar por lo que realmente nos corresponde, un mundo en paz... Sin dejar de reconocer la realidad pero tampoco sin dejar de reconocer que merecemos algo mejor.
PORQUE SI QUIERO VIVIR EN PAZ, DEBO INICIAR POR VIVIR EN PAZ CONMIGO MISMA.
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