Mojada hasta los huesos

Sucedió hace casi un mes...

En mis breves días en este grandioso planeta no recuerdo una inundación tan fuerte en la ciudad.

Casas anegadas, familias necesitadas, la contingencia con todo.

Más de 300 milímetros de lluvia se vaciaron en unas horas y no en un año como en ocasiones anteriores; hubo tristeza y energía al ver la contingencia, pero también hubo tristeza al registrarse una muerte por electrocutamiento.

No fue fácil ver desde el cielo y luego sentir en el suelo cómo el agua lo mojaba todo, no fue fácil, pero se tenía que afrontar.

Tras llegar de un viaje pude ver, sentir y "meterme al río"... por fortuna todo está bien.

Hoy a casi un mes de distancia las cosas han mejorado, sin embargo encoger los hombros y sentir que el corazón palpita al ver las nubes descargarse sobreencoge el alma y lo único que se pide es que no haya pérdidas humanas que lamentar, y que quienes la pasaron peor que uno, no tengan que sufrir de nuevo la angustia en sus hogares.

La naturaleza nos habla de diferentes formas, por eso yo le digo "chiquita, bonita, bella de la mami", y prometo serle fiel en lo próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad y amarla y respetarla hasta los últimos de mis días, amén... Sí ya sé eso es texto de otro tipo de naturaleza.

Así fueron mis días con las lluvias, así fueron y los recordaré para siempre, gracias a Dios estamos bien y sé que respetando a la naturaleza, estaremos mejor.