A toda acción corresponde una reacción… si no te alineas te alineo y si te alineas pero no me convienes igual vas para afuera.
El veto, que se da desde los niveles más altos, hasta los más simples, tiene en algunos un efecto devastador… desde impotencia, rabia, depresión, orgullo, en fin, para quienes hemos sido excluidos de algún lugar, o de la vida de una persona, sabemos de lo que se trata, no hay porque dar más explicaciones.
Lo que sí hay que recalcar es que existen vetos más que justificados, y lo saben aquellos que han quebrantado las reglas, que no moldearon su actitud en la forma más simple, sabían el riesgo que corrían, y aun así se arriesgaron… la verdad, este tipo de casos los alabo, no tanto por beneficio del que lo ejecuta, sino por el del ejecutado…. Algo había ahí que no era ya conveniente para esa persona, y lo mejor, ante la necedad es el a dios obligado.
Hay casos en que no hay razones, en que el veto llega sin decir agua va, que no hubo motivos, que no hay nada, solo por ganas, ahí aunque feo el caso pues ya ni hablar, solo respetar.
En cualquiera de los casos, es valido saber el porque, pedir una explicación, o en su defecto ofrecerla si fue uno quien incurrió en el error... recordemos que la discriminación no se debe dar, bajo ningún motivo, y tampoco el reconocer los errores.
Si alguna vez te has sentido vetado de algún lugar, de alguna situación, de alguna persona, dime como le hiciste, total, nadie está exento de ser prácticamente echado.
El veto, que se da desde los niveles más altos, hasta los más simples, tiene en algunos un efecto devastador… desde impotencia, rabia, depresión, orgullo, en fin, para quienes hemos sido excluidos de algún lugar, o de la vida de una persona, sabemos de lo que se trata, no hay porque dar más explicaciones.
Lo que sí hay que recalcar es que existen vetos más que justificados, y lo saben aquellos que han quebrantado las reglas, que no moldearon su actitud en la forma más simple, sabían el riesgo que corrían, y aun así se arriesgaron… la verdad, este tipo de casos los alabo, no tanto por beneficio del que lo ejecuta, sino por el del ejecutado…. Algo había ahí que no era ya conveniente para esa persona, y lo mejor, ante la necedad es el a dios obligado.
Hay casos en que no hay razones, en que el veto llega sin decir agua va, que no hubo motivos, que no hay nada, solo por ganas, ahí aunque feo el caso pues ya ni hablar, solo respetar.
En cualquiera de los casos, es valido saber el porque, pedir una explicación, o en su defecto ofrecerla si fue uno quien incurrió en el error... recordemos que la discriminación no se debe dar, bajo ningún motivo, y tampoco el reconocer los errores.
Si alguna vez te has sentido vetado de algún lugar, de alguna situación, de alguna persona, dime como le hiciste, total, nadie está exento de ser prácticamente echado.
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