DE MÉXICO PARA EL INFINITO Y MÁS ALLÁ

¡¡¡ HOLA MUNDO !!!

miércoles, 16 de noviembre de 2011

El ejemplo...


Cuantos de nosotros hemos escuchado en repentinas ocasiones que “se predica con el ejemplo”, creo que muchos, y si no, pues yo sí.

Y saben una cosa, es cierto.

Si nos basamos en los preceptos divinos o religiosos, encontraremos que el ejemplo de un hombre, en este caso Jesucristo, fue lo que movió a miles a seguirlo.

Otros, viendo el ejemplo por la creación de un primer mundo, mantuvieron la firme idea que Alemania era para los alemanes, idea difundida por Hitler.

Y hasta al precursor del FUA se le suman adeptos y que decir de las estrellas faranduleras que día a día causan furor en la “muchachada” que los imitan no sólo en sus ropas, sino en comportamientos.

Todo esto en claro ejemplo, ahora sí, de que por sus obras los conocereis y que bien son las ideas, pero los “hechos siguen siendo amores”

Malo, bueno, regular o como sea, cada uno de nosotros representamos un ejemplo para alguien; algunos lo son de multitudes, otros de sus familiares o amigos, de sus mascotas, o de su propio reflejo en el espejo, dependiendo del grado de narcisismo que se maneje.

Recuerdo cuando me decían que yo era el ejemplo de mi hermana menor, y recuerdo también que mis hermanos mayores eran mi ejemplo, mis padres y personas que en su vida habían hecho algo de provecho.

El ser ejemplo no es fácil, es más uno ni lo pide, pero es inevitable… la responsabilidad que se confiere es muy pesada y en ocasiones, desastrosa.

Pero, que tan difícil es poder llevar una vida que realmente pueda ser ejemplo… unos dirán que es dificilísimo, otros que les vale, otros que es cosa de nada.

Hoy en día, vemos como los jóvenes se apasionan y se encandilan con el ejemplo de los capos del narco, como las chavitas cada vez andan con menos ropa, porque es la moda de su artista favorito, como otros se ponen los hábitos o se involucran a una religión por que “dime con quien andas y te diré quien eres”.

El ser humano tiene la necesidad, natural, de tomar bases de lo que mira, pero también tiene la responsabilidad de elegir aquellos ejemplos que no le benefician o que le pueden ser favorecedores.

Pero entonces, si sabemos que podemos ser ejemplo, ¿porqué no podemos dar el mejor?.

Créanme que mi sangre corre a mil kilómetros por hora, cuando un coche pasa por un lado a toda velocidad, se pasa altos, casi atropella a uno que va ahí caminando o mienta el 10 de mayo sin el menor empacho, y así con lo florido de su boca y la violación a cuanto reglamento infringe, le dice al niño que trae a un lado… ¡¡¡ Vamos a llegar tarde!!!... créanme que si algún ejemplo veo nefasto es este, porque los pequeños en su trayecto a su centro de aprendizaje, graban en su mente el conocimiento de lo vivido minutos antes.

Yo no sé, lo único que si sé, es que desde hoy mi ejemplo debe enfocarse a no tener ciudadanos tan jijosdesumaldormir que infringen, violentan, difaman, asesinan, o corrompen a sus congéneres.

Yo no pedí ser ejemplo, pero hoy sé, que lo soy, y a diario me lo recuerdan mis sobrinos, mi madre, mis hermanos y mis compañeros de trabajo.

¿Así que tu, que clase de ejemplo quieres dar? Haber si como roncan duermen grandiosas y ejemplares criaturas del planeta!!!!

1 comentario:

El Drac dijo...

Hola Almita, leerte es siempre estar con una de mis mejores y más admiradas amigas; ciertamente soy ejemplo de mis hijos (tengo dos, ya grandes así que no te preocupes) Nunca pensé en ser ejemplo de nadie pero eso sí... viví practicando lo que me inculcó mi padre, un hombre inválido que solía soñar con ideales; yo viví tratando de encontrar esos ideales: el amor, la justicia, la verdad; traté de ser lo más trabajador posible y exalté todo lo que pude la verdad como lo único capaz de permitirnos disfrutar la paz que da la confianza. Mis hijos son las lumbreras de mi familia y de la familia de mi ex; y, aunque yo sigo solo, me enorgullece verlos responsables y diligentes. Ellos se quedaron huérfanos a los once años, desde allí JAMÁS les revisé un cuaderno, y nunca desaprobaron algún curso del colegio. Mi hijo incluso llegó a ser primer puesto en San Marcos, una universidad estatal que es harto difícil el examen de admisión para el ingreso; y lo hizo TODO él solito, con sus 18 años; mi hija hizo lo mismo y aunque no alcanzó primer puesto fue siempre una de las primeras en su clase, ya acabó su carrera, sin un solo “jalado” (desaprobado). Nunca han llegado tarde y cuando lo han hecho AVISAN para no preocuparme y todo lo consiguió MI FORMA DE VIVIR que les sirvió como ejemplo, y aunque esta forma disciplinada de vivir no me trajo al amor de mi vida, sé que mis hijos son de los mejores frutos que pude brindar a la sociedad.
Un gran besote Almita, y perdóname por echarme tantas flores; pues si no lo hago yo… pos quién!!!