Al tiempo podríamos agradecerle la felicidad y la vida, los buenos ratos, la memoria, vibrar y reír…
También podríamos reprocharle los malos ratos, las malas jugadas, la muerte, el olvido.
Pero el tiempo va mucho más allá, siempre… se nos adelanta, y aunque muchos lo sientan amenazante, el tiempo es paciente, noble y sincero… Jamás miente, esa palabra no existe en el; siempre se entrega en la justa medida, es equitativo y no es furioso furia .
Muchos dicen que no perdona, pero la verdad es que no tiene nada que perdonar, siempre nos advierte, y somos nosotros quienes preferimos ignorarlo o acelerarlo… Si alguien es víctima de las circunstancias, es el propio tiempo, pero a el no le importa, es seguro de si mismo y esas pequeñeces le son intrascendentesl.
Deberíamos parecernos un poco el, quizá así, estaríamos más concientes de la vida.
También podríamos reprocharle los malos ratos, las malas jugadas, la muerte, el olvido.
Pero el tiempo va mucho más allá, siempre… se nos adelanta, y aunque muchos lo sientan amenazante, el tiempo es paciente, noble y sincero… Jamás miente, esa palabra no existe en el; siempre se entrega en la justa medida, es equitativo y no es furioso furia .
Muchos dicen que no perdona, pero la verdad es que no tiene nada que perdonar, siempre nos advierte, y somos nosotros quienes preferimos ignorarlo o acelerarlo… Si alguien es víctima de las circunstancias, es el propio tiempo, pero a el no le importa, es seguro de si mismo y esas pequeñeces le son intrascendentesl.
Deberíamos parecernos un poco el, quizá así, estaríamos más concientes de la vida.
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