Quisiera tener buena memoria, que esta no me fuera infiel y que me ayudara a recordar aquellas pequeñas cosas que he olvidado.
Quisiera tener buena memoria, y que como quien mira miles de libros en una biblioteca, saber en que apartado quedo tal recuerdo, aquel cumpleaños, aquel momento que dije que jamás olvidaría, como aquel que sucedió cuando niña, cuando pasaba por una verja y corte aquella flor, tendría no más de 8 años, jure que ese día no lo olvidaría, y hasta en este momento lo recordé.
Quisiera tener buena memoria, para acordarme más de mi familia y mis amigos, para acordarme de aquellos viajes, de lo que comí ayer, de lo que pedí y me fue dado, de lo que no pedí y llego sin querer.
Tener buena memoria para recordar cada momento vivido con mi padre, con toda mi familia, para acordarme de mi cuando me voy muy lejos en mis pensamientos y olvido que la vida sigue y hay mucho que hacer.
Quisiera tener buena memoria, y recordar que hoy es sábado, y que es un excelente día para vivir, que las plantas muestran un verde intenso y leves tonos dorados que descubren un otoño en ciernes al que aún le faltan 23 días para que llegue.
Y que no olvide lo que aquí escribo, y que recuerde que pedí tener buena memoria… esa que igual trae momentos buenos y malos; esa que trae situaciones importantes no solo para mi sino para el mundo, esa que marca la diferencia entre una persona interesada en lo que sucede y lo que no, pero que no se empecina en vivir de recuerdos sino de ir generando más y más.
Cuantas cosas he olvidado, cuantas creo haber de plano perdido, y aunque se que están ahí esperando destellar en el momento menos pensado, quisiera tenerlas en este momento para observarlas como quien mira un álbum y comienza a viajar en el tiempo y a hablar por horas.
Y es que teniendo buena memoria, uno puedo recordar a todos sus amigos, hasta aquellos con los que no se hablo mucho pero fue representativo… se puede viajar de nuevo a lugares que no se conocían, se puede revivir a los muertos, cumplir de nuevo años, hacer niños a los adultos.
Quisiera tener buena memoria, y que como quien mira miles de libros en una biblioteca, saber en que apartado quedo tal recuerdo, aquel cumpleaños, aquel momento que dije que jamás olvidaría, como aquel que sucedió cuando niña, cuando pasaba por una verja y corte aquella flor, tendría no más de 8 años, jure que ese día no lo olvidaría, y hasta en este momento lo recordé.
Quisiera tener buena memoria, para acordarme más de mi familia y mis amigos, para acordarme de aquellos viajes, de lo que comí ayer, de lo que pedí y me fue dado, de lo que no pedí y llego sin querer.
Tener buena memoria para recordar cada momento vivido con mi padre, con toda mi familia, para acordarme de mi cuando me voy muy lejos en mis pensamientos y olvido que la vida sigue y hay mucho que hacer.
Quisiera tener buena memoria, y recordar que hoy es sábado, y que es un excelente día para vivir, que las plantas muestran un verde intenso y leves tonos dorados que descubren un otoño en ciernes al que aún le faltan 23 días para que llegue.
Y que no olvide lo que aquí escribo, y que recuerde que pedí tener buena memoria… esa que igual trae momentos buenos y malos; esa que trae situaciones importantes no solo para mi sino para el mundo, esa que marca la diferencia entre una persona interesada en lo que sucede y lo que no, pero que no se empecina en vivir de recuerdos sino de ir generando más y más.
Cuantas cosas he olvidado, cuantas creo haber de plano perdido, y aunque se que están ahí esperando destellar en el momento menos pensado, quisiera tenerlas en este momento para observarlas como quien mira un álbum y comienza a viajar en el tiempo y a hablar por horas.
Y es que teniendo buena memoria, uno puedo recordar a todos sus amigos, hasta aquellos con los que no se hablo mucho pero fue representativo… se puede viajar de nuevo a lugares que no se conocían, se puede revivir a los muertos, cumplir de nuevo años, hacer niños a los adultos.
Teniendo buena memoria podría recodar incluso el momento de mi nacimiento, la sonrisa de mi madre, las canas de papá, sus juegos... la ropa de mi hermano cuando jugábamos a los vaqueros, las manos de Emmy cuando servía el café, le voz de Izza cuando se levantaba.... podría recordar todo lo que sentí, desde el viento frió pero quieto de la sierra, la brisa del mar y su sonido.. aquel viaje muy lejos de aquí y que me trajo caras y olores diferentes.
Quisiera recordar y no olvidar que estoy viva y que he tenido una vida plena...
Recordando también se forman sueños, expectativas, se desea mas y da pie para mejorar... quiero ser mejor.
Pero esta mente bloqueada se cierra a muchos recuerdos, y hoy, hoy solo quisiera recordar.
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