No se de donde sacan el término “fenómeno de la migración”…. De donde fenómeno si no es algo nuevo, digamos que es como una tradición de años….Que afán de minimizarlas cosas, de plano.
No estoy ni a favor ni en contra de las personas que deciden irse en busca del sueño americano; no soy quien para juzgar sus motivos para dejar el país; lo que si puedo decir, es que se exponen a graves riesgos que en nada valen perder su vida o a su familia, o se objeto de agresiones o vejaciones, y al final, deportados, sin nada.
Solo imaginen la historia de las personas que deciden irse de la manera más peligrosa, de mojados o de secos por el desierto… traten de visualizar el río con una corriente impresionante, o igual esta en calma, pero es profundo… imaginen la oscuridad… el sonido de la corriente de agua, aves y bichos emitiendo sus sonidos característicos… ahora, imaginen el sol intenso en el desierto el calor, y la noche más profunda y frío extremo por las noches… víboras, alacranes y demás insectos venenosos… la sed, el hambre, el miedo… ahora imaginen que los dejaron abandonados en al algún lugar ya sea casa o en el monte, sin comida, sin que beber… el hambre y la sed golpean y debilitan.
Ahora imaginen que por allá a lo lejos hay alguien apuntando directo a la pierna, al brazo o en el mas extremo de los casos a la cabeza de un ilegal… los cazadores de ilegales están a la orden del día aunque nos digan que no…. Y no hay que olvidar a los guardias fronterizos que tampoco tienen muy buena fama por cierto.
Mi grado de adrenalina y de desafío no llegan a tanto, y en verdad debo reconocer el valor y al mismo tiempo desaprobar el poco criterio de quienes deciden irse ilegalmente, exponiéndose a todos los peligros que esto encierran.
Los mojados… los ilegales… los pochos, los traidores a la patria, como quieran llamarles, no se rinden y ahí van una y otra vez buscando “muchos dólares, pa´ regresar y poner un negocito”, desafortunadamente, la historia dice que en muchos de los casos ni regresan, y cuando lo hacen, vienen más pobres que a como se fueron.
Que Dios los cuide, que yo no puedo hacer mucho, solo pedir, que vayan y regresen con bien.
No estoy ni a favor ni en contra de las personas que deciden irse en busca del sueño americano; no soy quien para juzgar sus motivos para dejar el país; lo que si puedo decir, es que se exponen a graves riesgos que en nada valen perder su vida o a su familia, o se objeto de agresiones o vejaciones, y al final, deportados, sin nada.
Solo imaginen la historia de las personas que deciden irse de la manera más peligrosa, de mojados o de secos por el desierto… traten de visualizar el río con una corriente impresionante, o igual esta en calma, pero es profundo… imaginen la oscuridad… el sonido de la corriente de agua, aves y bichos emitiendo sus sonidos característicos… ahora, imaginen el sol intenso en el desierto el calor, y la noche más profunda y frío extremo por las noches… víboras, alacranes y demás insectos venenosos… la sed, el hambre, el miedo… ahora imaginen que los dejaron abandonados en al algún lugar ya sea casa o en el monte, sin comida, sin que beber… el hambre y la sed golpean y debilitan.
Ahora imaginen que por allá a lo lejos hay alguien apuntando directo a la pierna, al brazo o en el mas extremo de los casos a la cabeza de un ilegal… los cazadores de ilegales están a la orden del día aunque nos digan que no…. Y no hay que olvidar a los guardias fronterizos que tampoco tienen muy buena fama por cierto.
Mi grado de adrenalina y de desafío no llegan a tanto, y en verdad debo reconocer el valor y al mismo tiempo desaprobar el poco criterio de quienes deciden irse ilegalmente, exponiéndose a todos los peligros que esto encierran.
Los mojados… los ilegales… los pochos, los traidores a la patria, como quieran llamarles, no se rinden y ahí van una y otra vez buscando “muchos dólares, pa´ regresar y poner un negocito”, desafortunadamente, la historia dice que en muchos de los casos ni regresan, y cuando lo hacen, vienen más pobres que a como se fueron.
Que Dios los cuide, que yo no puedo hacer mucho, solo pedir, que vayan y regresen con bien.
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