Nacionalidad, raza, idioma, sexo, preferencias, estatura, peso, color de piel, situación económica…. Las diferencias entre los seres humanos… las que a la vista saltan y bloquean la mente.
Es increíble que a estas alturas de la vida, sean esas diferencias las que sigan dominando al mundo.
Cuantas guerras, cuantas peleas y discusiones, lo peor es que esto no es privativo entre naciones lejanas, lo es incluso en la propia casa… las diferencias saltan a la vista, desde el preferido de los padres, hasta la oveja negra… se da en el trabajo, el que más gana, el que menos trabaja, el lambiscón…. Se da en la calle, el que mejor viste, el que mejor se ve, el gordo o el flaco, el que más tiene.
Lamento las diferencias, y más aún cuando salen de uno mismo… cuando la competencia no es por llegar mas alto, sino por parecerte a tal o cual, o se quien no se es.
Y es cuando el problema sobreviene peor aún…. La batalla se establece, las prioridades desaparecen y el único objetivo es derribar al enemigo aunque en el intento el derribado sea el que inicio la pelea.
Por eso tanto joven adicto, tanto delincuente, niñas anoréxicas, depravados sexuales, prostitutas, gente infeliz, muy, muy infeliz.
Luchar por lo que se desea no debe ser a costa de nuestra propia vida o salud mental, nuestra lucha por ser mejor no debe desprenderse de lo verdaderamente importante que es amor hacia uno mismo.
Ojala algún día esas barreras tontas de la apariencia desaparezcan y ahora si, seamos todos aunque diferentes, iguales…. Esta lejos el tiempo, quizá… talvez nunca lo vea… pero se que llegará.
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