DE MÉXICO PARA EL INFINITO Y MÁS ALLÁ

¡¡¡ HOLA MUNDO !!!

lunes, 21 de abril de 2008

LA CUCARACHA, LA CUCARACHA


Imagina que por largo tiempo no haz comido, y en un momento te dar un manjar que de entrada se mira delicioso, y luego al paladar se vuelve exquisito…. Pero casi a punto de terminar, oh oh, una sorpresa aguarda…

Prometo que estoy en proceso de valorar a las especies animales… su permanencia en este mundo es vital para que el ecosistema se mantenga… y a pesar de que algunas especies sigan siendo sumamente asquerosas, hay una en particular que me resulta en este momento repulsiva…. El hombre… trátese de masculino o femenino.

Pero porque esta repulsión hacia mis coterráneos…..debo aclarar y no generalizar… no es toda la especie humana, son específicamente aquellos que se encargan de elaborar alimentos y no verifican las medidas de higiene y protección de lo que preparan.

Todo ocurre cuando el sábado, cuando ansiosa buscaba mi comida diaria, y que tenia un verdadero antojo de caldito de pollo acudí a conocido restaurante de comida rápida especializada en la preparación de productos con base en pollo.

Es mi deber decir que la comida estuvo fabulosa, me supo a gloria… desde el primer bocado nunca perdió su sabor característico… el problema fue la bebida… un té que sabia de lujo, estaba helado y contrarrestaba el intenso calor que hacia en la ciudad…

Termine mi rico caldito, y estaba a punto de terminarme el té cuando algo toco mis labios, y no eran precisamente la boca de mi amado, era mas bien una cucaracha… si una cucaracha en el fondo del envase.

Pudo más mi coraje y desconcierto que la mera idea de ir corriendo al baño a vomitar, porque la verdad me pareció un desperdicio deshacerme de mi rico y apreciado caldito de pollo… aún así con el sobresalto que me invadió y acudiendo a la conciencia, hice una respectiva llamada al restaurantes y les comenté lo sucedido, la responsable solo pudo decir “lo siento, nosotros no envasamos ese té, es un externo quien nos surte”… esto me dio más coraje aún y les recordé que ellos son los responsables de vigilar lo que venderán a sus clientes, porque al fin de cuentas son ellos quienes podrían salir perjudicados.

Aún estoy en franco desconcierto por lo sucedido, por eso lo único que me queda es hacer un llamado a las empresas restauranteras para que verifiquen lo que venden y pongan especial atención en la calidad de los alimentos que ofrecen… y a los comensales, pues que se guarden tantito el hambre y chequen lo que van a comer, porque hoy fue una cucaracha, (un animal que francamente si es asqueroso, pero no tanto como aquel que no evitó que cayera en la bebida), mañana mejor ni les digo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

jajajajajajajajajajajajaja
Y si te hubieras encontrado una uña, el dedo meñique o incluso, hasta algo más grande...?