DE MÉXICO PARA EL INFINITO Y MÁS ALLÁ

¡¡¡ HOLA MUNDO !!!

sábado, 1 de marzo de 2008

POR LA TIA GLORIA QUE TODOS LLEVAMOS DENTRO....


He llegado a la conclusión que todos tenemos en nuestras vidas a un personaje que la hace diferente…. Yo tengo muchos, mis padres, hermanos, amigos, Juan José, pero hay uno en particular que hace diferente mi existencia en este planeta…. Mi tía Gloria.

Y que me perdone si algún día lee esto, pero no diré más que la verdad…. Y es que de verdad vale la pena, porque de no haber existido, algún cineasta ya se hubiera encargado de inventarla, pero no tiene caso, YA EXISTE.

Como todas las historias de seres extraordinarios, la de mi tía Gloria tiene todo lo necesario para trascender.

De orígenes humildes más no por ellos alejados de elegancia, mi tía Gloria creció encabezando el clan de 13 hermanos…. Si, la mayor, la que la hacia de madre y padre cuando era necesario… provista de un temple a prueba de una bomba atómica y de la sensibilidad escondida a fuerza de golpes de la vida; doña gloria que ahorita tiene como 57 años, puede presumir que parece una modelo de revista… alta, guapa, con canas que la diferencian del resto, con su pasión por Pedro Infante, pasión que la acompaña en sus sueños más íntimos y reales.

Tiene las cualidades de una mujer fuerte, forjada con disciplina, con valores, digna de sobrevivir a la hecatombe.

La admiro profundamente, la admiro por no dejarse vencer, por vivir su viudez dignamente, y por darse la oportunidad de enamorarse y reponerse al engaño.

Admiro todo ella, pero hay veces que no la soporto…

Porque? Porque fuera de todas esas cualidades, su carácter es como una cascada de todo, es terca, voluntariosa, impulsiva, drástica, hasta el viento le teme…. No soporto sus exabruptos, no soporto que no se reconozca a ella misma como la mujer que es.

Empeñada en salvar al mundo, se le olvido lo más importante, ella misma…. Ella podría encabezar perfectamente al grupo de personas preocupadas por la alimentación, y es que le tiene pavor a las enfermedades, al cáncer (caso lógico por que alguna vez creyó tenerlo), pero si yo exagero, ella me la ganó.

Y hay algo que me preocupa y que sé marca mi admiración y coraje hacia ella… que en mucho, me le parezco.

Adorada Gloria, no cabe duda que eres un ejemplo a seguir, ni modo, llamas la atención aunque no quieras… eres única, y sé que en la vida de muchas personas hay alguien como tu, que se encarga de recordarnos lo que nosotros mismos somos.

Adorada Tía Gloria…. ¡¡¡ gloria a ti ya tus similares!!!... amen.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo soy mi propia tía Gloria.

Cada lugar y cada circunstancia me hacen recordar que a diferencia de Almita, siempre trato de ser yo, la diferencia.

Puede ser egolatría. O soy una persona que se aprecia mucho. Tengo una gran autoestima, aunque a veces también, y con razón me sienta la peor persona del planeta.

Soy el clásico maniaco que lo mismo está eufórico que en otro momento deprimido.

Tengo que siempre influir en mi familia y en mis amigos. He llegado a la conclusión pues, y en resumidas cuentas que soy la tía Gloria de todos los que me rodean.

No sé si un cineasta me inventará o simplemente me inventaré yo mismo al cineasta. De orígenes inciertos, soy el segundo de dos hermanos. El que siempre la hizo de número dos con dignidad y apremio, siempre transitando del arrullo al infierno. Siempre con la mente puesta en otra parte, una inalcanzable para el resto de mi ser.

Bajo de estatura por mucho tiempo fui muy delgado, ahora soy muy gordo, siempre viviendo en los extremos, siempre con la certeza de alcanzar mis sueños, obsesivo, bueno para cantar, para aprenderse las canciones, tal vez soy en el fondo un músico que nunca explotó su vena. Pero siempre estoy listo para darme otra oportunidad.

Sin más fortaleza que mis palabras, nunca he sido consistente, no sé que sean los principios básicos para la sobre vivencia. Sólo sé que existo.

Soy un hombre feliz con mi pequeña familia. No necesito más. Sin más temores que el saber que en cualquier momento puede desatarse el monstruo que me habita, dejo que la vida fluya.
Estoy pues listo para lo que venga, si no es así, tampoco me importa. Ya que no cualquiera puede darse el lujo de conocer que uno mismo es la tía Gloria de los demás.

El enfadosito